Dia 9: La Madre de la misericordia
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La elección de María 2.- María, la Madre misericordiosa. |
LA MADRE DE LA MISERICORDIA. M.D. Philippe afirmaba : " La misericordia, pues, la envuelve desde el punto de partida, total y completamente; toda su vida no cesa de recibir en plenitud la misericodia de Dios. Esta misericordia estaá destinada a introducirla en el amor, pero es un amor que tiene un matiz especial, puesto que, cuando el amor de Dios es comunicado a una creatura, toma necesariamente la forma de un amor de misericordia... Si comprnedemos cómo María es la ...mejor obra de arte de esta misericordia ,tendremos la llave para penetrar en todas las misericordias del Padre y para vivirlas".(cit. Por le libro del jubileo p 99) La elección de María por parte del Padre se fundamenta en la extrema gratuidad de su amor paterno,que la hace "llena de gracia". El "Fiat" y el "Magnificat" son la respuesta de María a la miericordia del Padre. Etienne Binet decía, poniendo en labios de María estas palabras: " Dios, viendo mi humildad, o ,mejor dicho , mi bajeza, movido a compasión, me ha llenado de todos sus favores; se ha complacido en poner todo en quien era nada, y la inmensidad de sus misericordias en la inmensidad de mis miserias. Cuanto más me colma de gracias, más de adentro en mi nada y confieso ingenuamente mi indignidad y debilidad. Por esto, todas las generaciones me proclamarán bienaventurada. No es por motivo de mis personales cualidades, ¡oh no!; de hecho, de mí, no me tengo más que a mí misma, y es bien poca cosa; pero se me llamará bienaventurada porque he recibido de la caridad infinita de mi Dios un mundo de misericordias". María es la profetisa de la misericordia del Padre y también su icono. Su humildad la hace grande y su humildad le permite ser "agraciada" a los ojos del Padre, que tiene predilección de los humildes.
2.- María, la Madre misericordiosa. Desde el principio del cristianismo se unió a María con la misericordia y se la comenzó a llamar "Madre de la misericordia". Así le cantamos en la Salve . Parece que Santiago de Saroug(+521) fue el primero en llamarla así. Los Santos de Oriente y Occidente la han llamado siempre con ese nombre y en las homilías referidas a María la han invocado como Madre de la misericordia. San Bernardo decía : " María se ha hecho toda para todos y a todos abre el seno de su misericordia, a fin de que todos reciban: el esclavo el rescate, el enfermo la salud, el afligido el consuelo, el pecador el perdón, y Dios la gloria; y con esto que no haya nadie , ya que es sol, que no participe de su calor". Nuestra experiencia puede atestiguar esta cualidad de María, puesto que son innumerables las veces que hemos acudido a Ella y nos ha consolado, animado, atendido como Madre y nos ha acompañado siempre en el camino de la fe. Con razón podemos llamarla Madre de misericordia para con sus hijos, sobre todo para con los pobres, los enfermos y los más necesitados del amor, el consuelo y la comprensión. La vemos en las innumerables apariciones o visiones , sobre todo protagonizadas por los pobres y sencillos. La vemos también en las manifestaciones marianas de fe , esas manifestaciones que nos inundan de paz, de consuelo y de entusiasmo en el Señor. Es María que atiende a sus hijos, que se acerca y consuela , que intercede ante Jesús para aliviar los dolores y necesidades. Así la vemos ya en Caná de Galilea y a lo largo de la vida y la historia de la Iglesia. Así la vemos en Fátima, Lourdes , Guadalupe, Luján , Río Blanco y en tantos y tantos lugares en donde se manifiesta su bondad de Madre. María no puede ser sino misericordiosa, porque la gracia y el amor del Padre la inundan. Ella , al ser "la llena de gracia" es la "llena de misericordia". Ella nos acerca la ternura de Dios, la delicadeza de Dios. Nos dice el documento de Puebla :
#291 María es verdaderamente Madre de la Iglesia. Marca al Pueblo de Dios. Pablo VI hace suya una concisa fórmula de la tradición: "No se puede hablar de la Iglesia si no está presente María" (MC 28). Se trata de una presencia femenina que crea el ambiente familiar, la voluntad de acogida, el amor y el respeto por la vida. Es presencia sacramental de los rasgos maternales de Dios. Es una realidad tan hondamente humana y santa que suscita en los creyentes las plegarias de la ternura, del dolor y de la esperanza. Juan Pablo II en DM 9 dice:
Además María es la que de manera singular y excepcional ha experimentado - como nadie - la misericordia y, también de manera excepcional, ha hecho posible con el sacrificio de su corazón la propia participación en la revelación de la misericordia divina. Tal sacrificio está estrechamente vinculado con la cruz de su Hijo, a cuyos pies ella se encontraría en el Calvario. Este sacrificio suyo es una participación singular en la revelación de la misericordia, es decir, en la absoluta fidelidad de Dios al propio amor, a la alianza querida por El desde la eternidad y concluida en el tiempo con el hombre, con el pueblo, con la humanidad; es la participación en la revelación definitivamente cumplida a través de la Cruz. Nadie ha experimentado, como la Madre del Crucificado el misterio de la Cruz, el pasmoso encuentro de la trascendente justicia divina con el amor: el "beso" dado por la misericordia a la justicia(104). Nadie como ella, María, ha acogido de corazón ese misterio: aquella dimensión verdaderamente divina de la redención, llevada a efecto en el Calvario mediante la muerte de su Hijo, junto con el sacrificio de su corazón de madre, junto con su "fiat" definitivo. María pues es la que conoce más a fondo el misterio de la misericordia divina. Sabe su precio y sabe cuán alto es. En este sentido la llamamos también Madre de la misericordia: Virgen de la misericordia o Madre de la divina misericordia; en cada uno de estos títulos se encierra un profundo significado teológico, porque expresan la preparación particular de su alma, de toda su personalidad, sabiendo ver primeramente a través de los complicados acontecimientos de Israel, y de todo hombre y de la humanidad entera después, aquella misericordia de la que "por todas las generaciones"(105) nos hacemos partícipes según el eterno designio de la Santísima Trinidad... En ella y por ella, tal amor no cesa de revelarse en la historia de la Iglesia y de la humanidad. Tal revelación es especialmente fructuosa, porque se funda, por parte de la Madre de Dios, sobre el tacto singular de su corazón materno, sobre su sensibilidad particular, sobre su especial aptitud para llegar a todos aquellos que aceptan más fácilmente el amor misericordioso de parte de una madre. Es éste uno de los misterios más grandes y vivificantes del cristianismo, tan íntimamente vinculados con el misterio de la encarnación. "Esta maternidad de María en la economía de la gracia -tal como se expresa el Concilio Vaticano II -perdura sin cesar desde el momento del asentimiento que prestó fielmente en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la Cruz hasta la consumación perpetua de todos los elegidos. Pues asunta a los cielos, no ha dejado esta misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna. Con su amor materno cuida a los hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan y se hallan en peligro y ansiedad hasta que sean conducidos a la patria bienaventurada"(108). Creemos que en María tenemos el modelo de mujer consagrada que nos tiene que hacer vivir la ternura de la misericordia. Hoy estamos en una sociedad muy violenta y muy herida por mil fracturas de todo tipo. Hoy el mundo necesita ternura, calidez, sencillez, calorcito de amor ,porque hay muchos desencuentros, mucho dolor, mucha soledad. La tiranía de la competencia, la tiranía de los ídolos del placer, del poder y del dinero, la tiranía de ideología que convierten al hombre en un número anónimo, hace que hoy el hombre esté particularmente necesitado de cariño. Con nuestra consagración total a la misericordia del Padre , viviendo la pobreza, la castidad y la obediencia, tenemos que hacer presente en el mundo, como María, con su misma sencillez y transparencia, la ternura del amor de Dios que no sólo es Padre, sino que también es Madre.
3.- La vivencia de los votos y la misericordia. Es la vivencia de los votos los que nos van a poner siempre en el camino de la vivencia de la misericordia. POR EL VOTO DE POBREZA hacemos que nuestro corazón esté "vacío" para acoger en todo tiempo y momento la bondad misericordiosa de nuestro Dios y los dolores de nuestros hermanos. Sólo el corazón pobre es capaz de acogida . POR EL VOTO DE CASTIDAD hacemos que nuesro amor sea más puramente el amor del Padre, que es amor de misericordia. Si la castidad no nos lleva a vivir un amor muy entregado a los demás, un amor de desposorio tal con el Señor que sintamos como propios los dolores de los hermanos , como dolores del Cuerpo del Esposo , no vivimos como consagrados, sino como reprimidos, que añoran un amor que no tienen. POR EL VOTO DE OBEDIENCIA acrecentamos nuestra disponibilidad para hacer presente allí donde Dios quiera y de la forma que El quiera el misterio de la misericordia divina que quiere hacerse presente en todas las situaciones y dolores del mundo. La obediencia no sólo me permite hacer presente el amor de Dios, sino que también me permite discernir los signos de los tiempos , que son "reclamos " de Dios y de los hombres para vivir con intensidad el amor de entrega generosa y desinteresada. María, pobre, casta y obediente fue vasija totalmente vacía para que la llene el Padre de las misericordias. Como Ella , vaciémonos nosotros. Y que Ella nos ayude a vivir este año como un año de plena misericordia, recibiendo con alegría y humildad esa misericordia e intentando darla a los hermanos con nuestra palabra y sobre todo con nuestra vida, nuestras actitudes, nuestra manera de ser . AMEN
4.- Preguntas para la reflexión. ¿ Invoco a María como Madre de misericordia ? ¿ Qué tengo que imitar de María en este sentido ? ¿ En qué falla mi pobreza, mi castidad y mi obediencia para ser reflejo de la misericordia del Padre ? ¿ Qué propósito hago para este año ? |